sábado, 23 de mayo de 2009

Mamá


Autora: Joyce Carol Oates
Editorial: Alfaguara.
Número de páginas: 479
Año: 2009

A sus treinta y un años, Nikki Eaton, ha alcanzado la liberación sexual y la independencia económica. Nunca se ha visto a sí misma como “hija”, sin embargo, la inesperada muerte de su madre la llevará a una intensa transformación personal. A lo largo de un año crucial se verá inmersa en la pena, pero también en la sabiduría, e incluso en un amor repentino y providencial.
(Reseña de la contraportada)

Según la autora “esta es a historia de cuánto echo en falta a mi madre. Algún día, de una forma única, será también tu historia.” Pues espero que no.

No pretenderá decirme la autora con esa afirmación que cuando mi madre muera voy a descubrir que esa mujer a la que quiero con toda mi alma es una completa extraña para mí. Que toda su vida ha sido una mentira y viendo sólo que le ha interesado ver, escondiendo emociones a su familia, fingiendo una felicidad que no existe. No pretenderá decirme la autora que cuando mi madre se vaya descubriré que mis vecinos cotillas sabrán sus más ocultos secretos y que yo los descubriré de sus bocas.  Y, por supuesto, no estará diciéndome la Sra. Oates que cuando mi madre no esté a mi lado descubriré que yo tampoco soy quien creo ser y que mi personalidad dará un cambio de ciento ochenta grados, que yo también he fingido una vida que no es cierta y vivo en la mentira. 

Lo cierto es que es un libro que no me ha gustado. Para empezar todo lo que ocurre es demasiado predecible, los personajes no se hacen querer ni tampoco entender y parecen estar sacados de una telenovela, sobran demasiadas páginas que creo sólo tienen un objetivo emocional que no consigue, la narración es simple y abusa de observaciones y descripciones redundantes. 

No lo recomiendo.

(Opinión de Anjanuca)

lunes, 18 de mayo de 2009

Vivir adrede


Autor: Mario Benedetti
Editorial: Alfaguara
Colección: Hispánica
Páginas: 152
Año publicación: 2008

Anoche estaba tumbado en la cama y, antes de dormirme, cogí el ejemplar que había sobre mi mesita de noche para leer los últimos poemas que me restaban del libro "Vivir adrede". Esta mañana, mientras desayunaba, oí la noticia de que Benedetti había muerto. Una casualidad tremenda que quería compartir con vosotros, como también quería compartir el hecho de que he estado algo más de tres meses para terminar de leer este libro. Y no porque sea un libro pesado, ni porque haya estado excesivamente ocupado durante este tiempo. Ha sido más bien porque tenía que digerir con paciencia cada uno de los fragmentos. Porque a pesar de ser un texto muy sencillo, dice tantas verdades que uno se sorprende cuando las lee.

En fin, supongo que ahora van a surgir muchas personas que hablen de su obra y se van a vender sus libros como rosquillas, pero no quiero desaprovechar la oportunidad de hablar aquí de lo último suyo que conozco. Porque he vuelto a conocer a Benedetti en "Vivir adrede", donde ofrece más una visión del mundo que una visión del amor (ése del que hablaba en tantas de sus obras). 

"Vivir adrede" está dividido en dos partes. La primera constituye una especie de prosa poética, que nos habla del mundo, de las costumbres, la patria, las palabras... La segunda parte, para mí tiene algo más de "cuentos", aunque apenas sobrepasan la extensión de una carilla y en ella se habla de las sentencias, de las limosnas, de la tristeza... Todo de un modo excelente y acompañado de una última sección (Cachivaches) en las que Bendetti nos regala frases excelentes y rimas graciosas. 

Hay que leer a este hombre.

martes, 12 de mayo de 2009

Los cínicos no sirven para este oficio


Autor: Ryszard Kapuscinsky

Editorial: Anagrama

Número de páginas: 124


El escritor y periodista polaco R. Kapuscinsky  (1932 – 2007 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003.

 El libro recoge dos encuentros y una entrevista de los años 1994 y 1997 en los que Kapuscinsky habla de su profesión y qué se necesita, a su modo de ver,  para ser un buen periodista.

 Según él, “para ejercer el periodismo ante todo hay que ser buena persona”. Sólo las buenas personas tienen empatía con su interlocutor, y pueden así comprender las intenciones ajenas, su fe, sus intereses, sus tragedias…

 Kapuscinsky denuncia la decadencia que ha sufrido el periodismo en su evolución a lo largo de la historia: la búsqueda de la verdad y la información al oyente, lector, telespectador, han sido relegada un segundo plano a favor de  un manejo e interés político, el logro de una audiencia o el aumento de los beneficios. Al frente de las grandes agencias de información ya no hay un periodista sino un empresario o un hombre de negocios que no sabe nada de periodismo y cuyo único fin es crecer económicamente.

 A los jóvenes estudiantes de periodismo les recuerda que la profesión que han escogido exige un estudio y una actualización constantes y les recuerda que les ha tocado vivir en un tiempo de continuos cambios. El mundo contemporáneo evoluciona tan rápido que una noticia puede variar en dos direcciones diferentes en cuestión de minutos. Y sobre todo les aconseja trabajar duro y tener paciencia por que al final “ Los lectores acaban reconociendo la calidad de nuestro trabajo y asociándola con nuestro nombre. Son ellos los que deciden, no el director”.

 Como de costumbre, Ryszard Kapuscinsky me ha vuelto a enamorar. Sus conocimientos de la Historia, su inteligencia para relacionar unos hechos con otros, su capacidad de razonamiento… Pero sobre todo, lo que más me cautiva es su gran humanidad y su humildad.

 Un libro pequeño en páginas pero intenso en contenido. A mi modo de ver muy recomendable.

(Opinión de Anjanuca)